Vivo en la más absoluta irrealidad. Me cuesta muchísimo asumirlo, no te imaginas cuánto. Se supone que mañana vuelvo a SanFe, entregamos el departamento, blah y aquí estoy, en la misma pieza de siempre, con la ropa, zapatos, libros, cuadernos donde mismo han estado todo el año ... y abajo están los platos, cucharas, vasos, cuchillos, ollas, tenedores, mercadería donde mismo han estado todo el año. Me cuesta muchísimo pegarme el alcachofazo, como dirían por ahí. Se acaba todo, y sigo sintiendo como si todo estuviese a milenios de terminar, como si la cinta esa donde dice "META" estuviese a cientos de años luz de distancia. Y son tantos, tantos esos años luz de distancia, que ni siquiera logro vislumbrar una imagen borrosa para poder hacerme una idea.
Se me ocurre un experimento: - Insumos: largavista/miralejos/binoculares. - Resultado: un minúsculo punto blanco en la más absoluta oscuridad del infinito.
Nop. No está funcionando.
Vivo en la más absoluta irrealidad. Una pequeña parte de mi cerebro dice "Javi, el lunes es la peseú". Otra pequeña perte de mi cerebro me pregunta "Javi, el 21 salen los resultados de la prueba, ¿qué vas a estudiar?". Una parte, ya no tan pequeña me susurra "¿Estás segura que quieres irte a Santiago?". Cecilio ha estado tan quietecito, tan calladito, que me preocupa un poco; no sé qué es lo que me está pasando. La apatía es cómo una colonia de bacterias, crece y crece y crece y crece a velocidades impresionantes; y la penicilina no le hace ni cosquillas. Ya agoté todas mis reservas de penicilina, y no pasa nada.
Quiero que acabe de una vez por todas este año. He tenido peores, claro. Bueno, quitémosle el plural, solo ha habido un año peor que este y ambos han sido terribles por el mismo motivo: apatía, incertidumbre, duda.
Espero que después del martes todo esté, por lo menos, un poco mejor.
Over and out!!
27 de noviembre de 2009
6 de octubre de 2009
Soliloquio II
Soy una persona ligeramente muy caótica, tiendo a ser sensible y a veces me involucro un poco mucho con las personas, cuando en verdad debería tomarme mi tiempo, y eso me ha causado muchos problemas a lo largo de mi vida ... Soy una loca empedernida, no me canso de repetirlo; tengo momentos de cordura y normalidad, pero son los menos (gracias!). Trato de tomar decisiones a conciencia y no ser demasiado impulsiva, cosa que por supuesto no siempre me funciona.
Me cuesta racionalizar algunas cosas, me cuesta sentimentalizar otras, me cuesta dejar atrás algunas cosas/personas/situaciones de la vida, pero hago mi mejor intento. Soy indecisa, a veces; soy terca, la mayoría del tiempo; soy tolerante, cada vez un poco más (yay!); soy apasionada; soy poco constante, para algunas cosas. Me encantaría poder establecer una rutina para algunas cosas, pero creo que soy un caso perdido, aunque no pretendo rendirme tampoco. Inteto ser perseverante, y poco a poco lo voy logrando un poco más que ayer.
Cuando estoy enojada, tengo pena o lo que sea, intento sonar normal, hacer las cosas bien, poner una sonrisa en mi rostro, olvidar los malos ratos, las malas caras, las marañas de cosas, los malos entendidos ... he de decir que la mayor parte del tiempo lo logro, así como humildemente hablando yo creo ...
Es raro pensar a veces cómo hace unos años o meses la vida era tan complicada por cosas tan simples; me llega a dar risa .. Lo más absurdo de todo es que aún ahora mismo, cuando pienso en lo que me complica la existencia, tratando de ser lo más objetiva posible, me doy cuenta que si, las cosas que me enredan la vida son puras tonteras, como siempre ... Pero es que esas cosas no las podemos evitar no más.
Yo creo que quizá tiene que ver con el hecho de ser hija única, pero soy muy muy apegada a mis papás y a mis amigas/os (por que no tengo hermanos). Tengo super claras mis prioridades en la vida, y aunque muchas personas a veces se enojan por mis decisiones o se extrañan por ellas, no me gusta darme vueltas y cambiar las cosas, en ese sentido soy muy consecuente y convincente. Y eso es algo que no muchas personas tienen; consecuencia y convicción son dos valores muy importantes y ya un poco olvidados en esta sociedad moderna y volá, lástima.
Una cosa que no soporto es la gente cobarde y poco honesta. Poco honesta por decir cosas que son mentira o que solo son una parte ínfima de la verdad, y cobarde por no afrontar como hombre/mujer las consecuencias de sus dichos o actos. De hecho, por esto mismo, podría decir/confesar que en este mundo hay solo una persona a la que odio, y que si la veo me arruina el resto del día-noche-jornada-blah y que si oigo hablar de ella, se me crispan los dedos de pura rabia... y rabia contenida en verdad, por que nunca me descargué a su debido tiempo.
Soy una persona ligeramente muy caótica ... de hecho ya me fui por las ramas hablando puras cosas inconexas ... Au revoir!
Me cuesta racionalizar algunas cosas, me cuesta sentimentalizar otras, me cuesta dejar atrás algunas cosas/personas/situaciones de la vida, pero hago mi mejor intento. Soy indecisa, a veces; soy terca, la mayoría del tiempo; soy tolerante, cada vez un poco más (yay!); soy apasionada; soy poco constante, para algunas cosas. Me encantaría poder establecer una rutina para algunas cosas, pero creo que soy un caso perdido, aunque no pretendo rendirme tampoco. Inteto ser perseverante, y poco a poco lo voy logrando un poco más que ayer.
Cuando estoy enojada, tengo pena o lo que sea, intento sonar normal, hacer las cosas bien, poner una sonrisa en mi rostro, olvidar los malos ratos, las malas caras, las marañas de cosas, los malos entendidos ... he de decir que la mayor parte del tiempo lo logro, así como humildemente hablando yo creo ...
Es raro pensar a veces cómo hace unos años o meses la vida era tan complicada por cosas tan simples; me llega a dar risa .. Lo más absurdo de todo es que aún ahora mismo, cuando pienso en lo que me complica la existencia, tratando de ser lo más objetiva posible, me doy cuenta que si, las cosas que me enredan la vida son puras tonteras, como siempre ... Pero es que esas cosas no las podemos evitar no más.
Yo creo que quizá tiene que ver con el hecho de ser hija única, pero soy muy muy apegada a mis papás y a mis amigas/os (por que no tengo hermanos). Tengo super claras mis prioridades en la vida, y aunque muchas personas a veces se enojan por mis decisiones o se extrañan por ellas, no me gusta darme vueltas y cambiar las cosas, en ese sentido soy muy consecuente y convincente. Y eso es algo que no muchas personas tienen; consecuencia y convicción son dos valores muy importantes y ya un poco olvidados en esta sociedad moderna y volá, lástima.
Una cosa que no soporto es la gente cobarde y poco honesta. Poco honesta por decir cosas que son mentira o que solo son una parte ínfima de la verdad, y cobarde por no afrontar como hombre/mujer las consecuencias de sus dichos o actos. De hecho, por esto mismo, podría decir/confesar que en este mundo hay solo una persona a la que odio, y que si la veo me arruina el resto del día-noche-jornada-blah y que si oigo hablar de ella, se me crispan los dedos de pura rabia... y rabia contenida en verdad, por que nunca me descargué a su debido tiempo.
Soy una persona ligeramente muy caótica ... de hecho ya me fui por las ramas hablando puras cosas inconexas ... Au revoir!
1 de octubre de 2009
Soliloquio de un día como cualquier otro
Un día de hacer cosas, levantarse temprano en una cama desconocida, tomar desayuno viendo un programa de farándula de esos de la mañana, caminar por las calles vacías a esa hora temprana, con el sol de frente, calentando, cansada de la piscina, del carrete medio frustrado, de las no-ganas, de subir escaleras, de puro pensar y todo ... Mi cama era una isla verde en medio de un mar de luz, y se veía tan cómoda, mullida, calentita; no pude resistir la tentación. Después me despertó una mini batucada, y pensaba que era un adelanto del carnaval de los mil tambores, pero parece que era una protesta o algo así.
Decidí que tenía que sacarme de encima así como el polvo de mis días de monotonía y volá. Me di una larga y reconfortante ducha (no hay nada mejor que eso, a veces) y traté de cargarme las pilas lo más posible. Hice algunas cosas, como con la flojera también; es muy complicado quitarse la monotonía y la rutina así de fácil, y la verdad es que siento que no tengo la energía para eso (aún).
Como que a veces se me escapan las horas en nada. Me pongo a pensar en qué he hecho durante el día y nunca lo descubro. Hay vicios terribles, la mayoría ligados a las letras. Leer y escribir. Podría pasarme la vida entera leyendo y escribiendo y estoy segura que Pancracio se quedaría tranquilito la mayor parte del tiempo. Y de hecho lo hace. Y eso es un problema. ¿Cómo puede estar tan tranquilo? Parece que Margarita y Cecilio tienen una especie de trato, son como cómplices en mi contra y eso me preocupa un poco por que además eso pone un poco [harto] mal Pancracio.
Igual sería injusto echarle la culpa solo a Margarita y Cecilio de lo que le pase a Pancracio. Lo que pasa es que mientras esos dos revoltosos no necesitan demasiado para subsistir, creo que Pancri depende mucho de mí y por lo tanto de las cosas físicas que me afectan .. como la muerte súbita del domingo y lento resucitar de esta semana; de hecho aún no estoy bien, y ya me está dando rabia.
De todas maneras hoy he hecho más que cualquier otro día .. Espero que las cosas sigan así.
Es un hecho: no duermo bien, si no es en mi cama.
Estoy chata de esta situación. Quiero que sea 15 de diciembre y que todo haya terminado.
1 de septiembre de 2009
Fluir de la conciencia
Me gustan las tardes de otoño, para hacer crujir bajo mis pies las hojas marchitas que caen de los árboles y me gustan las mañanas de primavera, cuando la magia parece surgir de la leve bruma que cubre esos colores brillantes que estallan en cada rincón y ahoga los dulces cantos de las aves intentando encontrarse y amarse. Me gustan las cálidas noches de verano, para dormir a penas cubierta por una manta delgada y observar la luna llena a través de mi ventana abierta, y me gustan las frías madrugadas de invierno cuando el sonido de la lluvia sobre mi tejado me despierta y veo flashes de luz cruzando el cielo a través de los mojados y empañados cristales de mi ventana. Me gusta el helado de limón y el pie de limón que hace mi mamá. Me gustan los dulces de naranja y menta, y me gusta el jugo de frambuesa. Me gustan las películas infantiles y las novelas de aventuras, tierras extrañas, criaturas mitológicas y magia. Me gusta dormir en mi propia cama o dormir en el suelo de una tienda de campaña en un saco de dormir al lado de un río o un lago. Me gusta que me abracen y me apretujen. Me gusta dormir y me gusta soñar despierta. No soporto que alguien fume en mi pieza. Siempre he querido tener un hermano. Me han dicho que conocí a mi papá unos meses antes de nacer. Amo apasionadamente a mis amigas y amigos y no soporto que se metan con ellos. Soy admiradora de mis padres y mi TataMito. Estudiar biología es un placer. Física es un trauma y tortura. Me gusta el color naranjo. Ocupo muchos colores para escribir, y en el instituto donde estudio inglés siempre intento firmar la lista de asistencia con un color diferente. Intento llevar una agenda, pero siempre la olvido. Me acostumbré a salir siempre de casa con una mochila, para no usar bolsas para llevar lo que sea que compre al salir. No me gustan los pantalones ajustados ni las faldas cortas. El maní salado, con orégano y las almendras son mi perdición. Me gusta sacar fotos, pero hace tiempo que no lo hago por que mi cámara tiene un punto. Mis horas de ocio frente a la pantalla de computador se me van escribiendo, paseando por Amortentia, leyendo fics de mis amigas y haciendo nada en facebook. Me apasiona el teatro. Amo mi Chile con todo mi ser y aunque pretendo vivir en algún otro país en algún momento, nunca de forma permanente. Me gustaría tener un auto. Se me hace un nudo en el estómago cuando veo humo denso y negro salir de un tubo de escape (y no precisamente por como podría oler). Me gusta nadar y andar en bicicleta. Mi medio de transporte favorito es el tren. Amo ver la cordillera de Los Andes en su blanca majestuosidad de nieve y hielos eternos. Me gusta bajar escaleras y caminar sin rumbo en tardes tibias y luminosas. Me gustan las cocinas grandes y bien equipadas, con cuchillos bien afilados y ollas de fierro. No me gusta escuchar regetón, ni cumbias, ni sound ni esas cosas. A veces me gusta escuchar música clásica, pero solo a veces. Me gusta manejar el auto de mi mamá con las ventanillas abajo y con Inti Illimani saliendo a todo volumen de los parlantes. Me gusta visitar a mi abuelo Pepe y bromear con él. Me gusta mucho la ciudad de Valdivia, aunque creo que no podría vivir allá. Uno de mis grandes sueños es tener una casa con una biblioteca grande, llena de libros. Los fines de semana tomo desayuno en la cama, acostada entre mis padres. A veces me es más fácil socializar con gente mayor que yo, que con aquellos de mi edad. Me encantaría que se re estableciera el tren entre San Felipe y Valparaíso. Duermo todas las noches con un pato de peluche. Me gusta vestir de azul en invierno y naranjo en verano. Mis vacaciones perfectas son en alguna playa remota en algún lago del sur de Chile; mis vacaciones favoritas hasta ahora fueron aquellas semanas que pasé con mi tía en el altiplano boliviano. Una vez me enamoré de un gringo. LosNiños son las mejores personas y mejores amigos que he tenido la suerte de encontrar. Gabriel García Márquez es, para mí, el mejor escritor que hay. No me gustan las cursilerías. Me considero una persona empática y comprensiva. Creo que Valparaíso es una cuidad hermosa, mágica, misteriosa y apasionante. Mi árbol favorito es la araucaria y mi flor favorita es la añañuca. Podría leer los libros de Mafalda mil veces y siempre me reiría con sus chistes como si fuera la primera vez que los leo. Mi película favorita es Amèlie. El libro que más me ha marcado es "El principito". Mi primer amor fue un niño llamado Matías, que era mi compañero de curso en kinder. Trabajé como mesera en cumpleaños, cenas y matrimonios durante el verano y con eso financié mis vacaciones a Villarrica este año. En mi cumpleaños siempre vas a encontrar sandwiches lomito-tomate-palta-mayo-blah, pisco sour hecho por mi papá, torta de mil hojas con manjar hecha por mi tía o torta de merengue-frambuesa hecha por mi mamá, la chimenea encendida y ron. Mi pijama, en invierno o verano, es una polera de manga corta. Mi abuela Margarita fue reina de la belleza de Valdivia dos veces (hazaña jamás igualada en la historia de la ciudad). Los mejores años de colegio fueron los cinco que pasé en el Colegio Greenland San Felipe, entre 6to básico y 2do medio. Mi mermelada favorita es la de damasco. El año en que más libros leí, fue cuando tenía como 10 años, por que me eché la tele de mi casa. Estoy obsesionada con los lápices; siempre quiero uno nuevo. Cuando tenía 15 años quería estudiar medicina. Nací en Santiago y viví allí hasta noviembre de 1992, cuando me fui a San Felipe. Nunca conocí al papá de mi mamá. La clase de filosofía en el colegio era un suplicio. Uno de mis primeros recuerdos es ir caminando con mi mamá por Avenida Vicuña Mackenna al jardín infantil, cuando aún vivía en Santiago. Hasta hace unos años odiaba el nombre Gabriela por que Gabi se parece a Javi, y cuando tenía 4 años siempre me confundían con mi vecina. Mi autor chileno favorito es Hernán Rivera Letelier, mi autor inglés favorito es Oscar Wilde. Me cae mal la rosa del Principito. Odio que la gente escriba con faltas de ortografía, incluso en un chat. Soy desordenada y me desespera el desorden. Mi mejor amiga y yo nos conocimos antes de lo que nuestros recuerdos alcanzan a dar fe. Uno de los hermanos de mi papá tiene 19 nietos. Vivo con dos personas que son hermanas y a veces son como mis hermanas. A veces, puedo estar horas hablando por teléfono. La página que más visito y de la que estoy más pendiente es Amortentia. Me encanta apretarle las mejillas a mi "hermano de mentiritas". Nunca he podido decirle tío o tía al papá o mamá de mis amigos/as; ni siquiera a los hermanos y hermanas de mis padres. A veces me entrego demasiado en amistades que después me desilusionan. A veces me cuesta mucho entender algunas cosas, especialmente si se trata de informática y física. Mi talón de Aquiles son mis tobillos, me paso la vida cayendo por las escaleras por culpa de las torceduras de pie. Necesito un computador nuevo, por que el que tengo está a punto de morir. Mi estado de ánimo se llama Pancracio, y es un hombrecito pequeño y regordete que usa un frac color verde musgo y un sobrero negro estilo Chaplin. No puedo dormir con la espalda destapada ni con las puertas del armario/closet/ropero/guardarropa abiertas. No me gustan las películas basadas en libros, nunca podrán superar la perfección de una obra literaria. Me gusta hablar/leer/escribir/pensar en inglés y me gustaría tener a alguien con quien conversar en inglés todo el tiempo. Estoy intentando escribir una novela, pero creo que perdí el rumbo. No me gustan las habitaciones con paredes pintadas de blanco. Me gusta caminar descalza. No me gusta la playa en verano. Me gusta cantar, aunque no soy buena en eso. Me encanta cocinar, pero únicamente para las personas que quiero, y ojalá acompañada de las personas que quiero. No soy buena contando chistes. Suelo tener migrañas con frecuencia. No me gustan los perfumes demasiado dulces. Me encantan las cosas ácidas, excepto los comentarios. Prefiero los buses JM y los Ahumada. No me gusta pasar frío. Cuando era pequeña creía que la música que salía de la radio eran personas en miniatura que estaban dentro cantando. Cuando mi papá me explicó por qué una pajilla se ve "cortada" en un vaso con agua, tardé más de una semana en entenderlo. No me gusta la trigonometría. Me gusta el pan integral y el cereal Natur de trigo. Quiero conocer la Gran Muralla China, las Pirámides Egipcias y Mexicanas, las catacumbas de París, la mina de sal más grande y antigua, en Polonia, y Derinkuyu, la ciudad subterránea en Capadocia, Turquía. No puedo decir cual es mi libro favorito, por que nunca podría decidirlo. Me gusta la música y las películas de Emir Kusturica. Mi mamá es una personas tremendamente sabia. No me gusta llorar. Me gusta mucho mi cinturón de cuero. Me encanta juntarme con mi familia putativa. Tengo un amor platónico y un pololo platónico. Soy una loca empedernida, muy orgullosa de serlo. No me gusta la gente "normal" y no me gustan las personas que viven de las apariencias. Tengo un vestido hermoso, que me costó muy caro y sé que nunca me lo voy a poner. El otro día vi un niño muy lindo y le coqueteé descaradamente, y el me coqueteó de vuelta, pero no tuve el valor de hablarle. Se supone que el próximo año voy a vivir en Santiago y la perspectiva me asusta. No puedo usar aros que no sean de oro o plata, por que se me infectan los hoyitos de la oreja. Siempre quise aprender a tocar guitarra, pero parece que no tengo "dedos pa'l piano". Tengo muchos libros esperando ser leídos hace mucho tiempo. Tengo un ficus que se llama "arbolito". Quiero volver al altiplano boliviano con tiempo y dinero para recorrerlo todo sin apuros. Siempre digo "esta noche me duermo temprano" y nunca lo logro. Quiero irme de intercambio a Alemania para aprender alemán. Creo que este verano voy a trabajar en el Parque Nacional Torres del Paine. No me gusta quedarme sola en el departamento por las noches, pero ocurre bastante seguido. En cuanto cumplí la mayoría de edad me inscribí en el registro electoral y fui a donar sangre. Me gustan los niños, especialmente entre 1 y 10 años, pero no pretendo tener hijos hasta unos 8 años más. Mi placer culpable son los dulces Skittles de envoltorio rojo, los helados Olguín, los marshmallows, el kutchen de frambuesa de mi mamá, la piña, la chirimoya alegre (esa que se hace con jugo de naranja), la ensalada de achicoria y de endivia, la lasaña, las empanadas de pino de Las Piedras del Molino, el costillar de cerdo asado al horno con papas y puré de manzana, el agua tónica con unas gotas de jugo de limón. No soy cosquillosa. No quiero hacerme un tatuaje nunca. Me da miedo la oscuridad y el VIH. No quiero flores, ni misa ni funeral el día que me muera. No me gusta que me regalen chocolates. Si pudiera cambiar mi segundo nombre me pondría Margarita. Me gustan los cuentos de mitología mapuche y chilota. Me encanta mi prima Maura. Me gusta llevar a pasear por Putaendo a las personas que nunca habían estado en San Felipe. La última vez que me tiré en "trineo" en la nieve me golpeé el trasero, no me pude sentar correctamente por varios días y tuve un moretón por casi un mes. Una vez casi me atropella un camión. La aspirina me da alergia. No me gustan los gatos, pero sí los tigres y los leones. Creo que la primera persona que se le ocurrió comer una alcachofa es un genio, además de muy valiente. No puedo entender cómo es posible que haya gente que cree que lo que hizo Hitler estuvo bien. Me cae mal la doctrina de la iglesia católica en particular, y de las religiones cristianas en general. Encuentro el budismo un estilo de vida muy interesante. Quiero ir a Cuba y tomar un mohito preparado por un real cubano en un real bar de La Habana. Si me ofrecieran la oportunidad de vivir 500 años, la rechazaría sin pensarlo dos veces y si me ofrecieran un deseo (así como los de Aladdin), pediría que mi papá deje de fumar. Me gusta el curanto en olla que hace el Hugo, las berenjenas de la Pa, los merenguitos de la Nati y la Pi, el ceviche del Rufino, los porotos de mi papá y la "espumita" de naranja de mi mamá, en la casa de LaLaguna. Me gusta cocinar con jengibre.
22 de abril de 2009
.. c'est la vie

Pancracio va y viene de forma inesperada. Nunca sabes dónde está, ni cómo está, ni cuándo aparecerá. A veces ve a través de tus ojos y se acongoja o se enoja o salta de alegría o se queda en algún rincón refunfuñando o qué se yo. Y son todas sensaciones tan intensas...
Este año, está siendo un año bastante complicado, en muchos sentidos. Hay que hacerse cargo del tiempo, del dinero, de la casa. Hay que cumplir responsabilidades. Hacer lo que sea que haya que hacer, y hacerlo bien. Y lo más importante de todo: tomar desiciones ... Desiciones que en muchos sentidos definirán mi vida, mi futuro ..
¿Por que a veces las cosas son tan difíciles?
A veces siento como un nudo en mi garganta, ganas de llorar, ganas de gritar, ganar de huir, ganas de esconderme, ganas de desaparecer ...
A veces me siento sola. Trato de acompañarme a mi misma, pero a veces no es suficiente. Es complicado intentar razonar conmigo, enenderme, soportarme ... incluso para mi. ¿Quien más podría acompañarme? Soy la única a la que le sobran las horas del día; soy la única que siente esa necesidad tan profunda de otros; soy la única que está tan perdida ... ¿Si? ¿No?
O quizá es solo que somos, nosotros los humanos, criaturas tan desorganizadas que a penas logramos arreglar las cosas para nosotros mismos .. y qué decir para los demás !! ¿Será eso? Prefiero pensar que si y ahorrarme desilusiones.
Hace 5 años la vida solía ser fácil.
Hace 10 años la vida era un juego constante.
Hace 15 años la vida era un mundo para explorar.
Hace 20 años la vida no existía.
¿Y en 5 años? ¿Qué será la vida en 5 años más?
Eres complicada, vida ... imposible de decifrar
... JaviMalebránMuñoz
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)